Evita descargas profundas: No dejes las luces encendidas o el motor apagado por mucho tiempo. Si no vas a usar tu auto por un período prolongado, conecta la batería a un cargador de mantenimiento.
Limpieza y prevención de la corrosión: Limpia los terminales con una solución de bicarbonato de sodio y agua. Aplica vaselina o grasa para protegerlos.
Controla el nivel de electrolito: Asegúrate de que esté por encima de las placas. Si es bajo, agrega agua destilada (solo para baterías con ácido).
Protección contra temperaturas extremas: Estaciona tu auto en un lugar fresco y seco si es posible.
Revisiones periódicas: Lleva tu batería a un taller especializado para que la revisen regularmente.
Reemplazo oportuno: La mayoría de las baterías duran de 3 a 5 años. Si la tuya es más antigua, considera reemplazarla.
Recuerda: Consulta el manual de tu vehículo para instrucciones específicas y busca ayuda profesional si tienes dudas.
¡Con estos cuidados básicos, tu batería te acompañará durante muchos años!